Brindemos compañeros, amigos buenos para nada
Solitarios y bastardos rayos de luna
Brindemos por el vacío que sabemos reconocer,
Porque no escondemos angustia ni duelos,
Porque la complacencia es prueba superada tiempo ha,
Porque nunca pudimos encontrar placer en cosas “simples”
Pero sabemos que realmente no existe lo complejo.
Porque nos codeamos con el desencanto, ya sin temor,
Y entendemos que sobrios y briagos son igualmente ridículos.
Porque podemos reírnos con sinceridad de la alcurnia y su
importancia.
Ciencia, arte, mausoleos… todo se resume a polvo.
Pero somos dueños de aquello que se extingue, de las risas,
Del silencio, de las pieles empalmadas y los vellos
erguidos,
Todo lo del viento, todo lo étero y volátil, cual alcohol,
Cual copa de Ron, como esta que sostengo entre mis manos,
Brindemos, porque sabemos que entre el calor de las copas y
los alientos
Llega el inesperado e inevitable día de volver a la nada.