Monday, July 1, 2013

...

Vivo en un mundo que no existe.
Donde se aplauden espejismos,
Donde las pisadas no dejan huella,
El viento sopla constantemente
Y constantemente deforma las dunas de arena…
De arena que no existe.


Saturday, May 4, 2013

Los buenos para nada


Brindemos compañeros, amigos buenos para nada
Solitarios y bastardos rayos de luna
Brindemos por el vacío que sabemos reconocer,
Porque no escondemos angustia ni duelos,
Porque la complacencia es prueba superada tiempo ha,
Porque nunca pudimos encontrar placer en cosas “simples”
Pero sabemos que realmente no existe lo complejo.
Porque nos codeamos con el desencanto, ya sin temor,
Y entendemos que sobrios y briagos son igualmente ridículos.
Porque podemos reírnos con sinceridad de la alcurnia y su importancia.
Ciencia, arte, mausoleos… todo se resume a polvo.
Pero somos dueños de aquello que se extingue, de las risas,
Del silencio, de las pieles empalmadas y los vellos erguidos,
Todo lo del viento, todo lo étero y volátil, cual alcohol,
Cual copa de Ron, como esta que sostengo entre mis manos,
Brindemos, porque sabemos que entre el calor de las copas y los alientos
Llega el inesperado e inevitable día de volver a la nada. 

Sunday, November 11, 2012

Nubes


No quiero saber nada si no es de nubes,
Sin importarme cúmulos, cirros… ¡nada!
Nada más que verlas y evaporarme también,
Nada más que lo etéreo, nada más que viento,
No quiero ser hoy otra cosa que sombra,
Un silencio tan total que sea violento,
Despojarme por completo de esta piel…
Hoy más que nunca siento tantas ganas de perder.
Perder, para poder burlarme, regocijarme,
Llegar a donde no se puede ya caer.

Tanto se estima el saber, que fastidia
Tanto asco me da el horizonte, no lo quiero,
Yo quiero recostarme en el pasto
La mente en blanco, mis ojos en las nubes,
Nada más. No pretendo nada, sólo nubes.

Wednesday, July 11, 2012

Queríamos cenar


Llegamos, las velas se consumieron, levanté la ceja,
Diste un puñetazo en la mesa, jalaste del mantel,
Manoteaste, gritaste, hiciste finta de alejarte,
Levanté mi servilleta, blanca intacta, yo impávida, la ondeé.

Saturday, June 16, 2012

Por fin llovió


Caía la lluvia y levantaba polvaredas, ardía en las heridas de la tierra que no habían tenido tiempo de sanar.
El polvo se confundía con el vapor ¡había estado el suelo tan caliente! El agua hervía antes de llegar a él; la gente daba saltos para refrescarse. Luego de un tiempo el calor se había suavizado, las brisas de fresco que no habían podido vencer la muralla de denso vapor hacía unos días ahora giraban y revoloteaban entre la multitud. Lo vivo agonizaba de placer, lo inerte vivía...

Fantasies gone wrong


“Te amo” me decías por enésima vez
Orgullosos caminábamos sobre el mundo,
Y se partía la vida en dos con nuestros besos.
(Esto repetía yo mientras caminaba)

En este césped tan largo, tan crecido,
Imagino malas hierbas que surgen de la nada
Y atan mis brazos y mis piernas y me arrastran
Al abismo del que mis pensamientos han huido.

Ya, mis tantas pretensiones se evaporan, algo duro,
Tu voz y tus atenciones se detienen, un desgarre,
Es mi conciencia pidiéndome que pare,
Los arrullos no siempre llevan a un lugar seguro.

¿En qué momento…? (dime todo lo que sepas)
Que cuando abro los ojos no veo nada
Si extiendo mis brazos toco bien nuestros fantasmas,
Me hice cárcel de un tú, que nunca fue parte de “nosotros”


“te amo” Me decías por enésima vez, más uno.

Sunday, April 22, 2012

De sonrisas y otras cosas que se escapan


La cosa fue así: tu sonreias, yo sonreia, no habia más de medio metro entre nosotros, luego las sonrisas se convirtieron en agua y se escurrieron entre nuestras manos.
Continuamos el camino, pero en direcciones contrarias. La consigna era dejar, lo más lejos posible, aquella línea que ninguno quiso atravesar.

Cada noche, al instante en que se apagan las luces, me llega ese recuerdo de manera inevitable. Y vuelvo a sentir como se deshacía mi sonrisa, vuelvo a ver deshaciéndose la tuya; vuelvo a tener la sensación de cuando alcé mis manos y aquel líquido sonriente se escapaba y caía al suelo.
Entonces me da un escalofrío. Me acuerdo de ti, arrodillado, con la mirada impávida y perdida, como queriendo seguir las sonrisas en su ruta subterránea. No se me olvida cómo te busqué. Quedó un holograma de ti, la pose congelada en tu desesperación. Mi mano en tu cabeza, pero sin tocar nada, mi mano en tu hombro, en tu espalda, en tu barbilla, en tu pierna… no había nada.

Y cada noche al apagar la luz es igual. Otra vez te sonrío, otra vez pierdo una sonrisa, otra vez como que te busco, aunque ya no quiera tanto encontrarte, otra vez doy la media vuelta, otra vez me voy.